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Por: Michelle Romero
Mi amor por Jesús, cuando leí esa frase, llegaron tantas preguntas, tantos tranques en mi mente, porque nunca lo había visto tan claro y reluciente como hoy, puedo decir que esta frase siempre ha estado conmigo, en los momentos cuando pienso que ya no hay salida, quizás que me estoy ahogando en cosas superficiales de este mundo, que viene con algunos espejismos y creo que es el fin, pero llega a mi mente el amor que siento por Jesús, ese primer amor llega a mi corazón y me rescata de toda esa neblina, me saca del fondo, quizás desde la orilla en donde estaba sentada y no quería continuar, mirando por la ventana muy lejos, perdida, pero Jesús con su amor cambia las tormentas de mi corazón y mi mente.
Dios es amor, el amor viene de Dios. Todo el que tiene amor es hijo de Dios y conoce a Dios. El que vive en el amor vive en Dios y él vive en él. (1 jn. 4, 7-16).
Te invito a que busques cada día algunas señales del amor de Jesús, o de tú amor por Jesús, puede ser ese amigo que te escribe para saber cómo estás, ese que envía todos los días el evangelio al grupo de whatsApp, ese que te escribe para saber de ti, o ese que sonríe cuando te ve pasar. Tú puedes ser Jesús para esa persona, da amor, Jesús está en cada esquina en donde hay amor.
Ve, sal a buscarle.
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