Jubileo de los Migrantes, Pastoral Social, Misión y Pequeñas Comunidades

DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO.

DESDE LA CATEDRAL DE SANTO DOMINGO PRIMADA DE AMÉRICA

 

Homilía de Mons. Francisco Ozoria:

Estamos celebrando el domingo vigésimo séptimo del tiempo ordinario.  Y el tema que nos presenta esta liturgia de hoy es el tema de la fe.

Ya el Papa Francisco en la convocatoria para el jubileo nos orientó e insistió de que el año jubilar, el año santo, la Iglesia lo promueve y lo convoca para fortalecernos en las virtudes teologales, para fortalecernos en la fe, la esperanza y la caridad.  En la convocatoria al jubileo del 2025 está esta idea latente para fortalecernos en la fe, la esperanza y la caridad.

Y fortalecernos en esas virtudes teologales quiere decir que nosotros crezcamos en ellas.  Es algo que debemos vivir, no solamente en el año santo,  todo el tiempo debemos vivir la fe, la esperanza y la caridad  y es algo en lo cual nosotros debemos crecer.  Por eso, muy atinada la petición de los apóstoles a Jesús,  auméntanos la fe.

Hoy nosotros queremos eso. Hoy nosotros suplicamos a Dios que nos aumente la fe, la esperanza y la caridad.  Las lecturas de hoy, todas, nos animan a crecer en la fe, la esperanza y la caridad.  Sobre todo nos hablan de la fe, la primera lectura que nos hace ver las dificultades del creyente, las dificultades que tiene que experimentar la gente y en esas dificultades el profeta nos anima a perseverar en la fe  y el mismo Dios nos dice el justo vive de la fe.

Es la frase clave de la primera lectura, el justo vive de la fe.  A pesar de todas las dificultades que encontremos en la vida,  debemos de preocuparnos por vivir la fe.  Debemos de preocuparnos por vivir la fe y a que sea fiel a esa relación con Dios. Noté un discípulo amado que siguió a Pablo, que seguía a Pablo y que se dejaba enseñar y guiar por sus doctrinas.

Doctrinas, Pablo le dice, persevera en la fe, persevera en la fe, sé apóstoles a crecer en la fe.  Auméntanos la fe, la petición de los apóstoles.  ¿Cómo nosotros podemos crecer en la fe, estamos llamados a crecer en la fe y como nosotros podemos  crecer en la fe, tenemos que tomar la fe en serio como un don de juguete, es un regalo valioso el que Dios nos ha dado, el que Dios nos ha puesto en nuestras manos,  un regalo valioso, tenemos que mantenerlo, tenemos que perseverar en él y crecer en Él. Crecer en la fe, auméntanos la fe, la petición de los apóstoles va a significar una madurez en la fe, una madurez. Nosotros, nuestros pueblos latinoamericanos que recibimos la fe, lamentablemente tenemos ese don, pero fácilmente no se nota un crecimiento en la fe, fácilmente nos quedamos estancados en la fe y fácilmente nos quedamos enanos, sabemos lo que significa enano, ¿verdad?  El que nace, pero se queda pequeñito siempre.  Entonces, también en la fe a veces encontramos gente  que ha recibido ese don,  que desde pequeño y desde su familia y las comunidades  está viviendo la fe pero no crece  y por eso se hace más necesaria esta solicitud de los apóstoles  y que nosotros la hagamos, auméntanos la fe, auméntanos la fe.

La iglesia tiene los sacramentos, los sacramentos de la iglesia nos ayudan, nos santifican, nos dan elementos de la fe, nos dan los elementos de la fe.  Y esos sacramentos es para nosotros manifestar que vamos creciendo en la fe, vamos creciendo.  Tenemos los sacramentos de la iniciación cristiana,  bautismo, confirmación, eucaristía,  la iniciación cristiana.

Sería un signo de crecimiento, de madurez en la fe cuando nosotros nos sometemos en la práctica de esos sacramentos. Por etapa, es como si fuéramos en una escuela superando cursos, bautismo, confirmación, eucaristía, vamos creciendo.  Nosotros tenemos esa pedagogía que la iglesia nos lleva, nos conduce para el crecimiento en la fe, una pedagogía.

Hay gente que ha recibido el bautismo, la confirmación, se quedan ahí, o algunos se quedan con el bautismo nada más y no llegan a la confirmación  no llegan a la Eucaristía  una pedagogía que la iglesia tiene  para el crecimiento de la fe  y seguimos con los otros sacramentos  recibiendo los otros sacramentos, recibiendo los otros sacramentos, la confesión, la penitencia, el matrimonio.

Sacramento es una prueba, tiene que ser una prueba de madurez de fe.  Así que si una persona, un cristiano, recibe los sacramentos de la iniciación y al llegar el momento de formar una pareja, de formar una familia,  de formar una pareja, de formar una familia, no decide la unión sacramental, ahí dañó la cosa, porque no dio signo de madurez en la fe, se quedó a medio talle.

El matrimonio es,  el matrimonio sacramento es el sacramento del cristiano,  del creyente, del que vive la fe.  El matrimonio, vivir el sacramento del matrimonio,  matrimonio, vivir el sacramento del matrimonio, es como una manifestación de madurez de fe. Señor, auméntanos la fe. Pero eso conlleva una disponibilidad de nosotros, una decisión de vivir la fe y de crecer en la fe y madurar en la fe.

Eso es el tema que nos trae la palabra que hemos escuchado.  Pero decía al comienzo de que el jubileo es, el año jubilar es una ocasión para nosotros vivir y fortalecer la fe, la esperanza y el amor. Le confieso que estoy muy contento por este jubileo en que han coincidido las  comunidades cristianas, la misión y la pastoral migratoria.

Veo banderas distintas,  que significa una integración.  La fe nos integra, la fe tiene que integrarnos.  De distintas nacionalidades, de distintos colores, de distintos pueblos, la fe nos integra, tiene que integrarnos. Por eso me da mucho gusto que hoy celebremos este jubileo en comunión de hermanos, porque la fe nos hace hermanos y es una señal de madurez en la fe, el que celebremos juntos la Eucaristía, distintos pueblos, distintas nacionalidades, es una señal de madurez.

Queridos hermanos  y hermanas, donde en los pueblos donde no hay esa integración, eso significa que no ha crecido la fe, que no  crece, que no ha madurado la fe. Si hay división entre los pueblos, si hay rechazo entre las personas de distintas razas, si no hay integración entre las distintas nacionalidades, eso significa que no hay madurez de fe.

Tenemos que seguir suplicando a Dios,  auméntanos la fe,  y danos esa decisión y disponibilidad de crecer en la fe,  de madurar en la fe, de madurar en la fe. Demos  gracias a Dios por este día, por esta  celebración de este jubileo que nos hace  hermanos y que sea este jubileo un signo  de nuestra madurez en la fe.

Ave María Purísima.

✨ ¡Te invitamos al Jubileo de los Migrantes 2025! ✨

📅 Domingo 5 de octubre
📍 Catedral Primada de América
⏰ Apertura y procesión: 4:00 p.m.
⏰ Eucaristía: 5:00 p.m.

Bajo el lema: “Misioneros de la Esperanza”, celebraremos junto a nuestros hermanos migrantes este tiempo de gracia del Jubileo 2025.

🙌 Acompáñanos y vive una jornada de fe, unidad y esperanza.

#Jubileo2025 #Migrantes #MisionerosDeLaEsperanza #ArquidiócesisSD

Para más información:
Catedral Primada de América +1 809 682 3848 whatsapp

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