Bajo la alegría y armonía que se reflejaba en cada rostro de los integrantes de la Pastoral Juvenil Vicarial Norte se celebró por todo lo alto el Día J «Deja salir al jóven que hay en ti».
La Celebración Eucarística inició alrededor de las 03:30 de la tarde del domingo tras la realización de diversas actividades que incluyeron dinámicas, presentaciones y premios, fue presidida por Monseñor José Amable Durán Tineo, Obispo Auxiliar de Santo Domingo y Vicario Episcopal Territorial Santo Domingo Norte.
También le acompañaron los sacerdotes Keiter De Jesús, director de la Pastoral Juvenil de la Vicaría Episcopal Territorial Santo Domingo Norte y de la Parroquia San Juan Bautista; Alberto de Jesús Rivas, de la Parroquia San Felipe y José Miguel Castillo, así como los diáconos Julio Nelson German, Mirope Hernández, Rafaél Muñoz y Salatiel Batista.
Al dar su homilía frente a cientos de jóvenes, Monseñor Duran Tineo dijo que seguir el camino fácil en el fondo es cobardía.
«La vida fácil no lleva a nada, no construye nada, lo que realmente me cuesta eso sí y entonces uno lo valora, lo cuida y lo protege».
«Trabajar con honestidad, con principio, con solidaridad, nada que realmente valga se construye fácil, no hay resurrección sin cruz», aseguró haciendo referencia al dinero rápido.
Previo a abordar el tema del afán por el lucro, lo que calificó como una pandemia, el Obispo de la Vicaría Episcopal Territorial Santo Domingo Norte destacó la pandemia de la violencia.
«Nosotros tenemos una sociedad violenta y por eso nosotros tenemos que buscarnos para la tolerancia, el diálogo y para vivir en un mundo plural», instó.
Manifestó que no solo la violencia física afecta hoy a nuestros jóvenes, sino también la violencia verbal.
«Es importante que tomemos la conciencia porque la palabra tiene un poder, la palabra no es solamente capaz de informar, sino también de transformar», aseguró al analizar el contenido que se difunde como música.
Durán Tineo habló con los jóvenes en su mismo lenguaje y aprovechó la oportunidad para hablar de la cuarta pandemia: el placer sin compromiso.
«Si hay una virtud que Dios ama grandemente es la pureza y la sexualidad mal vivida es tan violenta como una bofetada o más, nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo», enfatizó.
En ese sentido, explicó que la sexualidad debe vivirse en el matrimonio.
«El fundamento del matrimonio es la dignidad humana porque cada uno tiene que respetar su dignidad, su derecho, su cuerpo», sostuvo.
Al reflexionar en la liturgia de hoy, indicó que solo el amor le da sentido, le da validez y hace que todo lo que hacemos trascienda.
«El amor es paciente, benigno, generoso, no tiene envidia y por eso una persona envidiosa es digna de pena porque está vacío», criticó.
Por otro lado, dijo que nosotros los cristianos somos profetas y que Dios nos ha dado una misión en la vida en la que nos promete la fuerza y el espíritu.
«Recibamos la llamada de Dios que siempre podemos encontrar el camino real, el camino del amor, de la honestidad, del trabajo, de la responsabilidad y podemos realmente construir la civilización del amor».
Al finalizar el Obispo felicitó a los jóvenes por poner sus dones al servicio de las comunidades.
En la misa también fue entregado por la Vicaría de la Pastoral Juvenil un reconocimiento al sacerdote Keiter De Jesús, director de la Pastoral Juvenil de la Vicaria Episcopal Territorial Santo Domingo Norte, por su dirección y gran apoyo.
Asimismo, a Kirmi Javier, Wander Tejeta, Ronald Martínez y Pedro Luis Romero.
También fueron entregadas imágenes de la Virgen de la Altagracia a los seminaristas Joan Reynoso y Antony Cabrera y a las parejas de jóvenes que contrajeron matrimonio.
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