Santo Domingo.- El Obispo Auxiliar de Santo Domingo y vicario de la Vicaría Episcopal Territorial Santo Domingo Norte, Mons. José Amable Durán Tineo, hizo un llamado en el día de ayer a rescatar los valores que definen nuestra identidad como dominicanos y cristianos y hacer frente a los valores que pretenden desvalorizar el Evangelio.
«Nuestra identidad es una identidad cristiana, la Palabra de Dios nos ha formado como pueblo, el Señor nos ha hecho su pueblo», manifestó en su homilía al referirse a los símbolos patrios que resaltan nuestra dominicanidad.
«Como dominicanos tenemos que levantar la frente contra los valores que desdicen el Evangelio», indicó al criticar la homosexualidad, el aborto, la ideología de género, entre otros.
Durante su visita a la Parroquia Nuestra Señora de América Latina, ubicada en Sabana Perdida, el Obispo dijo «Hay una fuerza que quiere quitar todo lo que huele a Evangelio para hacer todo lo que se nos encapriche como es el aborto, matrimonios homosexuales, ideologías de género».
«Nosotros como cristianos debemos levantar la frente hacia los valores que constituyen nuestra identidad dominicana».
Durán Tineo deploró la realidad que vive la juventud dominicana que se encuentra desorientada como oveja sin pastor.
«Da pena todo lo que vivimos hoy, este desorden con una juventud desorientada que llama a la violencia, a la sexualidad desenfrenada, a las drogas, a la prostitución, a todas esas cosas que lo que hacen es destruir», lamentó.
Sin embargo, indicó que todo lo que se construye sobre la falsedad y la mentira tarde o temprano se derrumba.
«Alcemos nuestra voz contra esas cosas negativas e incentivemos los valores como patriotas, cristianos y ciudadanos», sostuvo.
El Obispo se dio cita desde tempranas horas de la mañana de este V Domingo del Tiempo Ordinario para presidir la Santa Misa, concelebrada por el Reverendo Padre José Alberto Vargas Salazar.
En la misa, la gran fiesta del cristiano, también asistió el Reverendo Diácono Rogelio Cabrera Rojas.
Al dar su homilía frente a cientos de fieles de la comunidad en la zona norte, el Obispo exhortó a tener un verdadero encuentro de Jesucristo para ser sus discípulos.
«Todo cristiano, todo discípulo para ser verdadero discípulo tiene que encontrarse con Jesucristo, un Jesucristo vivo que anda con nosotros y que obra de muchas maneras», aseguró.
Sin embargo, indicó que para ser discípulos del Señor debemos cumplir con una serie de pasos como son encontrarnos con él, contemplar su grandeza y reconocernos pecadores.
«Tras el encuentro con Dios, lo primero que se experimenta es la grandeza de Dios y después reconocer mi pequeñez, mi limitación, mi condición de pecador ante Dios infinitamente bueno, infinitamente amoroso, infinitamente grande, infinitamente poderoso», enfatizó con entusiasmo haciendo referencia a la lectura del profeta Isaias que reza ¡Ay de mí, estoy perdido!
Monseñor dijo que no debemos temer a reconocernos pecadores y necesitados de la misericordia de Dios.
«Por eso no tengamos miedo a reconocernos diariamente pecadores, no tengamos miedo a eso, que el Señor engrandece a los pequeños y ensalza a los humildes y es la gran verdad, somos pecadores y necesitamos de la gracia de Dios, de la fuerza de dios, de la luz, de su Palabra», instó.
En ese sentido, dijo que algo muere en nosotros cuando contemplamos a Dios.
«Morimos al pecado, a la vanidad, al orgullo y es por eso que para contemplarle a él cara a cara en el más allá de nuestra historia tenemos que pasar por la muerte», sostuvo.
Durán Tineo explicó que una vez hemos sido limpiados y sanados, entonces el Señor viene y quema nuestros labios para pronunciar la Buena Nueva.
«Para poder predicar la Palabra el Señor debe quemar nuestros labios, sanarme de las malas palabras, de las palabras maldicientes, de las palabras que difaman, de las palabras que destruyen, de las palabras injuriosas y de las palabras desedificantes», advirtió.
El Obispo dijo a los feligreses que el Señor también nos envía a la misión.
«El Señor nos ha llamado, nos ha sanado no para mi, sino para ser su enviado, su misionero, para ser su testimonio, para testificar lo que he vivido, lo que he visto y lo que he experimentado», indicó.
Asimismo, dijo que siempre podemos remar mar adentro y apartarnos de la tierra que representa el pecado y elevar el corazón a Dios.
«La conversión no es solamente personal, sino también conversión pastoral, esta comienza por escuchar la Palabra de Dios. También sigue deponer mi orgullo y el cansancio», recomendó Su Excelencia Reverendísima.
Mientras hablaba con los fieles, además de brindar un mensaje de vida, el Obispo transmitía a todos paz y alegría con sus expresiones.
Al finalizar la Eucaristía, Vargas Salazar agradeció al Obispo por visitar siempre la que es su casa.
– Publicidad –