Por: adn.celam.org
En el marco de la Asamblea de la Región Caribe que se celebra en Santo Domingo (República Dominicana), para dar cauce a la Fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad en América Latina y el Caribe, la segunda jornada de actividades se orientó a la puesta en práctica del método de ‘conversación espiritual’, un método que busca potenciar el discernimiento comunitario desde la escucha activa y el compartir de lo que más ‘toca’ profundamente a cada uno de los integrantes de los grupos de trabajo.
Bajo la inspiración de Montesinos
En este ejercicio, el ícono de Fray Antonio de Montesinos y su “grito profético que promovió la libertad y la dignidad de los más desprotegidos”, como refería la Hna. Daniela Cannavina, Secretaria General de la CLAR, durante el retiro que marcó el inicio de la Asamblea, está presente en el diálogo participativo de los grupos.
“Para Cáritas América Latina toda esta experiencia del Sínodo sobre la Sinodalidad ha sido una gran oportunidad para ratificar un sueño: el sueño de una Iglesia en salida, pobre para los pobres, en permanente comunión y conversión”, comenta el Padre Francisco Hernández, secretario ejecutivo del organismo latinoamericano y coordinador de logística en las Asambleas Regionales.
El sínodo y la dimensión social de la evangelización
“El Santo Padre nos ha abierto una brecha maravillosa por la cual podemos caminar para seguir construyendo este sueño y hacerlo posible cada día”, agrega el sacerdote costarricense, destacando que para el caso de Cáritas América Latina y el Caribe, “a través de las pastorales sociales de las Conferencias Episcopales se ha buscado promover una amplia participación [con relación al proceso sinodal], tratando de hacer presente aquellos temas que son fundamentales desde la dimensión social de la evangelización”.
Entre los asuntos que han sido abordados por Cáritas, para acompañar el Sínodo de la Sinodalidad, se encuentran “los derechos humanos, la construcción de la paz, la reconciliación, la participación ciudadana, el empoderamiento y la incidencia para obtener leyes acordes con los derechos de cada ser humano y que responda a las necesidades de tantos que viven en situaciones de precariedad”.
El cuidado de la casa común
Otra de las cuestiones que han sido abordadas por Cáritas América Latina y el Caribe, como aporte al proceso sinodal, ha sido la de la ecología integral, “para lo cual se ha valido de las tres grandes plataformas constituidas en América Latina, como lo son la Repam (Red Eclesial Panamazónica), la Remam (Red Eclesial Ecológica Mesoamericana) y la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG)”.
De igual forma, el P. Francisco asegura que “se le ha dado relieve al tema de migraciones, no solo por el movimiento migratorio de venezolanos, sino también pensando en el ‘triángulo norte’ en Centroamérica, y todos los peregrinajes en la zona del tapón del Darién, en el cruce de la frontera hacia los Estados Unidos, entre muchas otras realidades complejas que debemos hacer presente en esta dinámica sinodal”.
En la perspectiva de la opción por los pobres, también se evidencian otras desafiantes realidades a través de la pastoral de la salud y la pastoral penitenciaria, por ejemplo. “Allí se juega permanentemente la vida porque los sectores empobrecidos de nuestro continente se codean día a día con la muerte; ellos están pensando qué van a comer, dónde van a poder dormir… incluso hay 700.000 personas que mueren [cada año] en este continente porque no tienen acceso a un medicamento”.
Compromiso con los más necesitados
Para el Secretario Ejecutivo de Cáritas América Latina y el Caribe, “la dinámica del sínodo nos hace sentir como Iglesia, como familia, escuela y casa de comunión, en un compromiso profundo con los más necesitados”, y la labor de Cáritas consiste, justamente, en “hacer todo lo posible para que los descartados estén presentes en esta Iglesia que es pobre, que quiere caminar con ellos para hacer posible otro mundo”.
Esta perspectiva incluyente pasa también por las comunicaciones. Jay Vanessa Díaz, Coordinadora de la Comisión Nacional de Pastoral Digital en el episcopado dominicano, comenta que “el papel de la comunicación en el proceso sinodal ha sido sumamente importante, porque nos ha permitido llegar hasta los confines, allí donde necesitamos compartir que estamos en proceso sinodal”. Por ello, la comunicadora dominicana asegura que “involucrar el areópago de la comunicación digital ha dado trascendencia a este sínodo”.
También los jóvenes tienen un lugar fundamental en este camino de participación, comunión y misión, como propone Mons. Rubén González, obispo de Ponce, en Puerto Rico, invitando “a los jóvenes a participar activamente en este proceso sinodal, aportando lo mejor de sí y animando a otros jóvenes a ser parte de esta gran experiencia”.
Las sesiones de trabajo de la Asamblea Regional del Caribe continuarán, abrazando la espiritualidad cuaresmal en el camino sinodal.
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