Por: Zulmileny Cabrera
El tiempo pascual es un período de gran importancia en la liturgia católica, que celebra la Resurrección de Jesucristo y la venida del Espíritu Santo. Durante estas siete semanas, los fieles somos llamados a renovar nuestra fe y compromiso con Dios, a meditar sobre la promesa de la Vida Eterna y a compartir la alegría de la Pascua con los demás.
Este tiempo litúrgico comienza en la noche del Sábado Santo, cuando se celebra la Vigilia Pascual, y se extiende hasta el Domingo de Pentecostés, cincuenta días después del Domingo de Resurrección, siendo la Resurrección de Jesús la confirmación de que la vida es más fuerte que la muerte y que Dios es más poderoso que cualquier fuerza del mal.
Durante el tiempo pascual, la liturgia de la Iglesia se caracteriza por el uso del color blanco, que simboliza la alegría y la victoria de Cristo sobre la muerte. También se utilizan flores y se cantan himnos de alabanza y de acción de gracias.
Una forma de vivir este tiempo es reflexionar sobre el significado de la Resurrección y de cómo aplicarla en nuestra propia vida, meditando los Evangelios que nos habla de ella, así como también realizando actos de caridad donde practiquemos el amor y el cuidado por los demás.
Compartir el espíritu de la Pascua no solo con nuestra comunidad cristiana sino difundiendo alegría y esperanza que la Resurrección de Jesús nos trae con amigos, familiares y vecinos, porque la alegría está en vivir la Palabra del Señor.
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