Nació el 15 de febrero de 1960 en San Francisco de Macorís. Entró en el noviciado de los Padres Paules en 1982. Fue ordenado presbítero el 30 de mayo 1987 por Jesús María de Jesús Moya, en la Catedral Santa Ana de la Diócesis de San Francisco de Macorís.
Es Licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Católico Madre y Maestra, y Licenciado en Ciencias Religiosas por el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino.
Tiene un Diplomado en Estrategias y Administración de Centros Educativos, de la Universidad Autónoma de México. También realicé un curso de Espiritualidad en el Centro Internacional de Formación San Vicente de Paúl, en París.
Se ha desempeñado como párroco en las Parroquias La Milagrosa y San Vicente de Paúl, ambas en Los Mina, en Santo Domingo, República Dominicana; y en la parroquia La Medalla Milagrosa, en Puerto Príncipe, Haití.
Ha participado en misiones internacionales en Honduras, asesoría a la Familia Vicentina Latinoamericana durante cuatro años y las misiones nacionales en el sur de la República Dominicana (San Cristóbal, Baní, Azua, Barahona).
En su ministerio ha ejercido la función de Vicario Parroquial, Párroco, Director de Seminario, Promotor Vocacional, Director del Colegio San Vicente de Paúl, Director del Colegio La Milagrosa y Superior Provincial (Visitador) en tres ocasiones.
Al momento de su nombramiento episcopal se desempeñaba como Vicario Parroquial de la Parroquia San Vicente de Paúl de Santurce, Puerto Rico y Director de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul del Caribe, con sede en la Casa Provincial de la Congregación de la Misión, Provincia de Puerto Rico.
Desde su elección como Obispo Auxiliar de Santo Domingo, se desempeñaba como Vicario Episcopal Territorial de Santo Domingo Oeste y Parroquia Nuestra Señora de la Evangelización, sede de la Vicaría desde 2017 al 2023. Actualmente en agosto 10 del 2023 es Vicario Episcopal General de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Escudo o blasón:
Hallamos los símbolos de la dignidad de Obispo: capelo en verde con seis borlas a cada lado, la cruz episcopal (de un travesaño) en oro, rematada de una piedra azul.
La forma del blasón sigue la tradición germánica, cortado, con inferior amplio y superior divide en tres cantones. Estos son sus elementos:
La Concha Venera: En el canton superior derecho, de verde, la concha venera en plata. Simboliza el Bautismo, pues la concha tradicionalmente se utiliza para derramar el agua sobre la cabeza del bautizado. Con el Bautismo, entramos a formar parte de la Iglesia, y somos constituidos sacerdotes, profetas y reyes: ungidos para hablar a Dios de los hombres y para hablar a los hombres de Dios. Del bautismo brota la vocación de todo Cristiano a la santidad.
La Cruz Vicentina: En el punto de honor superior, de plata, la Cruz de San Vicente de Paúl en negro y plata.
Las Sandalias: En el canton superior izquierdo, de verde, un par de sandalias en plata. Simboliza la mission, al mensajero: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la Buena noticia, que pregona la justicia…” Cf. Isaías 52, 7. Colocarse las sandalias de Cristo es una invitación a preocuparse por los pobres, por los necesitados, por todos los que sufren. Es una invitación a llevar la Buena noticia, a evangelizar.
La Medalla Milagrosa: En el inferior amplio, de azul, los elementos de la medulla milagrosa en plata: La M de María rematada por una cruz, rodeada de doce estrellas, y en la punta, los corazones traspasados de Jesus y de Maria. La medulla milagrosa es signo de la protección de la Virgen Maria, para todo el que lleva, y es signo de su protección en mi vocación y ministerio.
En la base del escudo, en cinta de plata con letras en negro, se aprecia el lema: Dilectio in Servitio (“Amor en el Servicio”).