En el umbral del emocionante año 2024, la consigna es clara: “Con Jesús, en comunión y oración, transformamos la nación”. Un llamado a cultivar el valor fundamental que marcará los próximos meses: La Oración. El lema “Santificado sea tu nombre” (Mt 6, 9b) resonará en cada rincón, guiándonos como faro espiritual.
Este enero, la acción significativa comienza con la celebración del novenario a la Virgen de la Altagracia, una expresión ferviente de la santidad de Dios en nuestro sector. Un tiempo para reflexionar y elevar nuestras plegarias, reconociendo la importancia de la comunión en la transformación espiritual.
La familia se convierte en un pilar fundamental para cultivar este valor mensual. Orar el Magníficat y santificar el nombre de Dios con la Virgen María nos lleva a un estado de conexión más profunda con lo divino, creando un lazo indestructible entre nuestras acciones diarias y la espiritualidad.
Las redes sociales se suman a esta ola de positividad espiritual. Colocar frases bíblicas o de los santos sobre la Virgen María es una forma moderna de compartir la luz de la fe en el vasto océano digital. Un recordatorio virtual de la importancia de la oración en nuestras vidas.
En el calendario litúrgico de enero, varias fechas resplandecen con significado. Desde la Solemnidad de Santa María Madre de Dios hasta la Fiesta de la Conversión del Apóstol San Pablo, cada día es una oportunidad para fortalecer nuestra conexión espiritual y buscar la transformación personal.
Este mes culmina con la Jornada Mundial de la Infancia Misionera el 28 de enero y el Día Nacional de la Juventud el 31, recordándonos la importancia de inspirar a las generaciones futuras a seguir el camino de la oración y la comunión.
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