Santo Domingo, D.N. En ocasión del 180 Aniversario de la Independencia de la República Dominicana, se llevó a cabo en la Catedral Primada de América el tradicional Te Deum, que fue presidido por S.E.R. Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de América, y concelebrando junto a él estuvieron: S.E.R. Mons. Ramón Benito Ángeles Fernández, Obispo Auxiliar de Santo Domingo y Vicario Episcopal Territorial de Santo Domingo Este, Mons. Lorenzo Vargas, Vicario Episcopal Territorial de Santo Cristo de Los Milagros- Bayaguana, el Rvdo. P. Nelson Clark, Rector de la Catedral, y el Rvdo. P. Kennedy Rodríguez, Director de Comunicación y Prensa de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
En esta importante celebración se congregaron destacadas personalidades del ámbito religioso y político, incluyendo la distinguida presencia del Excelentísimo Sr. Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader Corona, la primera dama Raquel Arbaje y la vicepresidenta Raquel Peña. La presencia del presidente Luis Abinader en él Te Deum resalta la relevancia de la religión en la vida pública y en la construcción de una sociedad justa y solidaria.
La ceremonia, marcada por la solemnidad y el fervor patriótico, destacó la importancia de la fe y la unidad en el desarrollo y la historia de la nación dominicana. Mons. Francisco Ozoria Acosta, en su homilía, inició dando gracias a Dios por la Independencia y por la libertad, destacando que el tema a reflexionar sería “La libertad”. Esta libertad, que es un don y regalo de Dios, nos hace celebrar ese regalo y con esa celebración estamos valorando ese regalo; subrayó la trascendencia de la Independencia como un legado que invita a la reflexión y a la renovación del compromiso con los valores fundamentales que sustentan la identidad nacional. Agregó que ojalá se pudiera hacer lo mismo con otros días importantes para el país como es el día de Juan Pablo Duarte, pidiendo que se valore ese día.
Durante la ceremonia, se entonaron himnos religiosos y se ofrecieron plegarias por la paz, la justicia y el bienestar del pueblo dominicano. La Catedral Primada de América, cargada de historia y simbolismo, se erigió como un espacio propicio para la reflexión y la celebración de los valores que enriquecen el tejido social de la nación.
El Te Deum constituyó un momento de encuentro y unidad, en el cual la fe y la historia se entrelazaron para reafirmar el compromiso con el porvenir de la nación.
Acerca del Te Deum.
El Te Deum es un himno cristiano de alabanza y acción de gracias que se remonta al siglo IV. Su nombre proviene de las primeras palabras en latín del himno: “Te Deum laudamus“, que significa “A ti, oh Dios, te alabamos“. Él Te Deum se utiliza en la liturgia cristiana, especialmente en la Iglesia Católica, para celebrar ocasiones especiales como la acción de gracias por la victoria en una batalla, la consagración de una iglesia, la ordenación de un obispo, y en celebraciones nacionales o de aniversarios importantes.
En eventos cívicos, como la conmemoración de la independencia de un país, el Te Deum puede ser parte de las celebraciones religiosas oficiales, donde líderes religiosos y autoridades se congregan para rendir gracias a Dios por las bendiciones recibidas y pedir por la prosperidad y la paz. Es una expresión de la fe y la unidad de la comunidad frente a momentos trascendentales en la historia de un país o una comunidad religiosa.
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