La Iglesia Católica Dominicana ha dedicado este año 2023 al fortalecimiento de la práctica del valor de la honestidad con el lema: “Con Jesucristo en comunidad, practiquemos la honestidad”. Durante estos meses se han realizado charlas, talleres y las más variadas actividades en las parroquias, sectores y vicarías.
Es por lo tanto el momento propicio para apelar a la creatividad y para hacerlo se presenta GENERACIÓN H una campaña para redes sociales con el objetivo de promo ver el valor de la Honestidad.
Concepto creativo de GENERACIÓN H
GENERACIÓN: porque quiere ser un pueblo donde grandes y pequeños, sacerdotes, laicos y consagrados, con la gracia de Dios mejora en la vivencia de los valores del Reino. H: por la honestidad y que además dará la posibilidad de jugar con futuros valores. Por lo tanto, Yo soy GENERACIÓN H porque cada día quiero ser más honesto, humilde, humano, honrado, hospitalario.
La campaña se publicará en las redes sociales de la arquidiócesis (@arquidiocesisd) y se extenderá de agosto a diciembre; por medio contenido atractivo reels, carruseles, post) se busca sensibilizar e incentivar la práctica de la honestidad.
“Procurando las cosas honestas, no sólo delante del Señor, más aun delante de los hombres”. 2 Corintios 8:21
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¿Qué es la honestidad?
Según el diccionario, HONESTIDAD es: honradez de una persona. Todos lo respetan por su honestidad. Hace referencia a aquel que es decente, es decoroso, es recatado, es pudoroso, es razonable, es justo, probo, recto u honrado, según detalla el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
En otras palabras, la honestidad constituye una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con sinceridad y coherencia, respetando los valores de la justicia y la verdad.
La honestidad es aquella cualidad que buscamos y exigimos en las demás personas.
¿Qué nos dice Dios acerca de la honestidad?
Dios nos recuerda siempre que debemos hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.
Muchas veces tomamos decisiones honestas, es decir correctas; otras veces podemos tomar decisiones deshonestas (equivocadas).
Hay personas que dicen que está bien ser deshonesto, en cuanto nadie te atrape. Pero la verdad es que siempre somos “atrapados”. Dios conoce y sabe todos nuestros actos y pensamientos. El ve todo lo que hacemos.
Según el versículo, no sólo debemos ser honesto delante del Señor! sino, también delante de los hombres. Dios nos manda a hacer lo correcto ante los ojos de las personas. Siempre estamos siendo observados, somos carta leída para el mundo y las demás personas. Si llevamos una vida deshonesta, entonces cuando queramos hablar de Cristo y de su amor, difícilmente nos creerán y confiaran en nosotros.
Si llevamos una vida dentro de la iglesia y a la misma vez, otra muy diferente fuera de ella, en nuestros hogares, trabajo, escuela… el Señor lo sabe! Y no seremos bendecidos ni honraremos su nombre.
No tenemos que tener dos caras, como dicen. Seamos transparentes delante de Dios y también delante de los hombres.
Recordemos que: “No hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a la luz.” (Marcos 4:22)
Su palabra dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo honesto…en esto pensad” (Filipenses 4:8). Recordemos que Dios nos mira, y que otros también están viéndonos. Pensemos y actuemos honradamente.
Pidamos al Señor que nos ayude a pensar y a vivir honradamente, para que así nuestra vida glorifique su nombre.
