Demos gracias a Dios por el don de las vocaciones. La vocación a la vida presbiteral, diaconal, vida religiosa y matrimonial, son iniciativa de Dios. Es Él que da el primer paso, nos toca a nosotros responder en cada vocación.
Dios es quien llama, es un regalo que hay que agradecer con gratitud.
La vocación es un don y tenemos el deber y necesidad de cuidarlo, custodiarlo, por eso es necesario las oraciones constantemente.
“La vocación es tarea de todos” nos decía San Juan Pablo II y quienes son los primeros responsable son los Obispos, Presbíteros, religiosos y laicos. Todos ellos que están en una arquidiócesis, son promotores de las vocaciones y esta garantizada con la oración.
Parte de la homilía de Mons. Francisco Ozoria en la Ordenación Diaconal en la Vicaría Santo Cristo de los Milagros, Bayaguana, Monte Plata.