Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Mons. José Amable Durán Tineo, Obispo Auxiliar de Santo Domingo y Vicario Episcopal de Santo Domingo Norte, hacen un llamado en este mes del Sagrado Corazón de Jesús a reavivar en las diferentes Vicarias, Zonas Pastorales, Parroquias y comunidades el Apostolado de la Oración, de la Eucaristía de todos los Viernes Primero y la celebración de su solemnidad, la cual constituye una ocasión de consagrar nuevos laicos al movimiento del Apostolado y renovar la consagración de los que ya están.
Coordinador Mons. José Amable Durán, Obispo Auxiliar de Santo Domingo. P. Juan de Jesús Jiménez Responsable de los Jesuitas del Apostolado en la Rep. Dominicana,
Sra. Diana Figueroa, Coordinadora Distrito Sur, Lic Yovanny Corniel , Secretaria. Sra. María Teresa Quezada, Coordinadora Vicaría Episcopal Territorial Norte y Alejandrina, Vélez, Coordinadora Vicaría Episcopal Territorial Oeste.
Estamos ya para iniciar el mes de junio dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. El
culto al Sagrado Corazón de Jesús es muy antiguo, podríamos decir que se remonta a
aquel mismo gesto del Señor, de permitirle a Juan, el discípulo amado, en un ambiente
cultual eucarístico, en medio del dolor provocado por la traición de Judas y la angustia
ante la muerte que le sobreviene por la oscuridad del pecado, recostar su cabeza sobre
su pecho y escuchar los latidos de su corazón.
De igual modo, una reafirmación de la sublimidad de este culto que disipa la falta de
fe y las dudas del coruzín, la encontramos en el encuentro pascual de Jesús con Tomás
y los once allí mismo donde antes habían celebrado el Cena Pascual. Al contemplar
aquel corazón abierto y traspasado, transido de amor y caridad, Tomás, invadido por
el fuego del espíritu Santo grita desde lo más hondo de su corazón: ‘oSeñor mío y Dios
mío.”
El culto al Sagrado Corazón ha sido revelado, muy particularmente en los últimos
tiempos, a través de Santa Margarita I|if.aúa de Alacoque, insigne apóstol de este
apostolado. Con toda raz6n los papas han visto en el culto y devoción al Sagrado
Corazón, el remedio para los males de este tiempo, lo cual ha sido reafirmado de
nuevo, por el mismo Coruzón Misericordioso de Jesús, a través de las experiencias
místicas de Santa Faustina Kowalska.
Vivimos en un mundo trastocado, Qüo ha perdido su centro unificador, cual nave
perdida en un mar inmenso, sin horizontes ni timón, en definitiva, alejada de Dios,
que se caracteríza por la falta de fe y esperanza, enfriamiento de la caridad, que a su
vez se traduce en decadencia en la vida moral, familiar, falta de identidad del hombre
y de la mujer, y en la instauración de una cultura de muerte.
Como la experiencia Joanea y de todos los místicos y contemplativos de la historia de
la Iglesia, la devoción al Coruzón humano y divino,de Jesús es, ante todo, un culto de
reparación por todo el daño que le inflige el pecado del mundo. Al mismo tiempo es
antídoto, fuego ardiente, contra la duda y la falta de fe, esperanza y caridad, fuente
inagotable de bendici ónparalas personas, las familias, la Iglesia, la patria y el mundo.
En este sentido, Pío XII describe al Sagrado Coruzón como oobandera y manantial de
unidad, de salvación y de paz”. Por su parte, el papa Francisco afirma que el Corazón
de Jesús es la “”máxima expresión humana del amor divino”.
Es por ello que les pedimos encarecidamente reavivar en las distintas Vicarías, Zonas
Pastorales, Parroquias y comunidades, el Apostolado de la Oración, la Eucaristía de
los Viernes Primero y la celebración de su solemnidad, la cual constituye una ocasión
especial para consagrar nuevos laicos al movimiento del Apostolado y renovar la
consagración de los que ya están.
A fin de darle seguimiento a esta iniciativa estamos trabajando en la conformación de
un Equipo Arquidiocesano que nos ayude en este servicio y pastoral.