QUIÉNES SOMOS
Las Obras Misionales Pontificias (OMP) son el principal instrumento de la Iglesia católica para atender las grandes necesidades con las que se encuentran los misioneros en su labor de evangelización por todo el mundo.
Las Obras Misionales Pontificias ofrecen un constante apoyo espiritual y material para que los misioneros puedan anunciar el Evangelio y colaborar en el desarrollo personal y social del pueblo en medio del cual realizan su labor.
Las Obras Misionales Pontificias disponen de un Fondo Universal de Solidaridad adonde llegan las aportaciones de los fieles, por pequeñas que sean, y se reparten en función de las necesidades existentes en los territorios de misión.
NUESTRA MISIÓN
Apoyar a las misiones
Proporcionar a las misiones lo necesario para que ningún rincón del mundo se quede sin la esperanza de conocer a Dios.
Promover el espíritu misionero
Concienciar y formar a todas las Iglesias del mundo y fomentar su participación efectiva en la misión.
CÓMO COOPERAR
Cooperación Personal
Es la forma de colaboración que realizan los misioneros enviados por la Iglesia a todo el mundo. También es de gran valor la ayuda de los colaboradores y voluntarios misioneros, que dedican su tiempo a informar y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de la ayuda misionera.
Cooperación Espiritual
Es la colaboración de todos los fieles al escuchar y meditar la Palabra de Dios, y al rezar por los misioneros. La oración es el don y la fuerza que necesita la Iglesia para desarrollar la labor misionera cada día.
Cooperación Material
Es la colaboración económica de quienes comparten lo que tienen. A través de diversas campañas mundiales en favor de las misiones, es posible el funcionamiento y desarrollo de los territorios de misión, para llevar a cabo proyectos sociales y de evangelización.
Cómo estamos organizados
El principal responsable de las Obras Misionales Pontificias es el Papa. Para ello se sirve de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de la que dependen las OMP y que vela por los 1.117 territorios de misión, ese tercio de la Iglesia mundial cuya vida y labor aún depende de ayudas externas, tanto económicas, como personales y espirituales.
En República Dominicana, como en cada país, hay una Dirección Nacional de OMP, desde la que se presta servicio a las Delegaciones de Misiones. Estas se encargan del trabajo directo de sensibilización y cooperación misionera entre las comunidades cristianas y ante toda la sociedad.
Recursos económicos
Los donativos entregados a OMP, recogidos en las Jornadas del Domund, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas, o en cualquier otro momento, llegan de las diócesis a la Dirección Nacional, que los envía al Fondo Universal de Solidaridad de las OMP.
Desde este Fondo —al que todos los países aportan en función de sus posibilidades— se atienden necesidades de los 1.117 territorios de misión, garantizando una distribución equitativa y justa.
OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS
La finalidad de las Obras Misionales Pontificias es fomentar la cooperación misionera universal, promover el espíritu misionero, informar sobre la vida y las necesidades de la misión universal, y contribuir a que las Iglesias locales oren las unas por las otras y se ayuden mutuamente con el envío de misioneros y de medios materiales.
Las Obras Misionales Pontificias son cuatro: Propagación de la Fe, Infancia Misionera, San Pedro Apóstol y Unión Misional. Cada una tiene un origen y una misión diferentes, pero trabajan coordinadas entre sí, formando una unidad.
Propagación de la Fe
Fomentar en los cristianos la colaboración con todas las Iglesias del mundo y sus necesidades.
Infancia Misionera
Iniciar a los niños en la experiencia de compartir la fe y los bienes con otros niños.
San Pedro Apóstol
Colaborar con la formación de las vocaciones nativas surgidas en los territorios de la misión.
Unión Misional
Promover la formación misionera de obispos, sacerdotes, religiosos/as y agentes de pastoral.