Como cada año, este mes de noviembre celebramos el mes de la familia y las vocaciones. La familia, fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, es la institución más importante de la sociedad, por eso tenemos que celebrarla en grande en este mes y siempre. En esta fecha todos los miembros de nuestras familias han de estar regocijados porque vamos a poder compartir y celebrar junto a nuestros
seres queridos la gracia de haber sido recibidos, acogidos, amados, valorados y defendidos en el seno de lo que más nos importa: nuestra familia.
Seguimos luchando cada día más, no nos cansamos, por mantener el matrimonio y la familia en el lugar más alto, ya que son las instituciones que nos sostienen y nos forman para responder adecuadamente a los desafíos que nos presenta la sociedad, más en el día de hoy que estamos bombardeados por antivalores que buscan destruirlas.
Gracias a Dios la familia sobrevive ante las grandes amenazas de personas e instituciones que tratan de destruirla o sustituirla por otros modelos irreales a los que les quieren llamar con el mismo nombre. Desde nuestro punto de vista, son pretensiones infundadas, ya que solo se preocupan por sus intereses personales y lucrativos e inclinaciones erróneas, sin pensar en los demás ni en el bien. Es por lo que todos hemos de estar atentos para dar respuestas a estos desafíos y mantener el matrimonio y la familia en su dignidad con la que fueron instituidos por Dios desde el principio.
La familia es santuario de la vida, lo que significa que es el lugar donde se fragua la vida, donde nace el ser humano, y donde se acoge, se forma y se reconoce la vida de cada ser humano. La familia es fermento y signo del amor divino y de la Iglesia, y es el instrumento que Dios escoge para que por medio de ella su plan creador continúe desarrollándose en medio de la humanidad. Por eso la familia es como ese santuario donde maridos, esposas, padres, madres, hijos y hermanos han de honrar y aravillarse ante el milagro de la vida (P. Mario de la Cruz, El matrimonio y la familia, pág. 188).
#UnPasoPorMiFamilia
#ConHonestidadTransformamosLaSociedad
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