POR: Iliana de León.– Las emisoras Radio ABC 540 AM y Vida FM celebraron este domingo su 60 Aniversario por todo lo alto junto al pueblo de Dios, con música y oración.
La actividad fue realizada en el Multiuso de Sabana Perdida, ubicado en la Charles de Gaulle, en Santo Domingo Norte. La Zona Pastoral Sabana Perdida-La Victoria fue la anfitriona del evento que congregó más de mil personas que se unieron para celebrar la vida de estos importantes medios de comunicación y evangelización.
Con alabanzas, oración y alegría, Isaura Amparo y Eduardo Payano iniciaron esta gran celebración. La Celebración Eucarística fue presidida por Mons. Raúl Berzosa, Obispo Misionero en República Dominicana, concelebraron junto al Obispo, el Revdo. Padre Kennedy Rodríguez, Director General de los Multimedios Vida (Televida, Vida FM, Radio ABC y Diario Católico), el Revdo. Padre Luis Amauri, de la Diócesis de Puerto Plata; Revdo. Padre Galo Japón, arcipreste de la Zona de Guaricano- Villa Mell, además el Revdo. Padre Jesús Antonio Norberto Pérez (Tony), de la Parroquia San Luis Beltrán y los diáconos Frank Luna, Rafael Muñoz Reynoso, Salatiel Batista, Mirope Hernández, así como Julio Nelson Germán, coordinador de la Zona Pastoral Sabana Perdida-La Victoria.
La Eucaristía fue amenizada por la orquesta musical Cantares, de la Parroquia Nuestra Señora de América Latina.
Al iniciar su homilía Monseñor Berzosa les dio la bienvenida a los miembros de la Policía Nacional, así como a colaboradores, de Radio ABC, Vida FM, sacerdotes, diáconos y a todos los presentes.
«Amo los medios de comunicación, creo en los medios de comunicación y mi lema en la vida ha sido: Evangelizar comunicando y comunicar evangelizando”, resaltó.
Dijo que en aquellos que es importante para los que queremos ser amigos o colaboradores en los medios de comunicación, saber comunicar no solo con la palabra, sino con los medios técnicos.
«¿Para qué quieres ser un técnico si no sabes para que sirve la comunicación, y al revés para que quieres ser un predicador, sino sabes usar los medios de comunicación?», cuestionó.
Resaltó que para comunicar en pleno siglo XXI, las lecturas de hoy nos dan las claves para evangelizar, que es humanizar.
«Ser persona cercana a los que sufren, poner voz a lo que no tienen voz, poner rostro a los que nadie pone rostro, y hacer presente a los que están en el olvido, esa es una gran labor del comunicador», indicó.
«No es solo que nos vean a nosotros, no es solo que nos oigan, sino nosotros siendo la voz de los que nadie quiere, siendo la voz de aquellos a quienes se les oculta, siendo los ojos y el corazón de aquellos “ como dice el papa Francisco a los que están descartados de la sociedad”, acotó.
Explicó que tenemos una gran misión, de compromiso público y social, para denunciar cuando hay que denunciar, agradecer cuando hay que agradecer, y para potenciar lo qué hay que potenciar”, resaltó.
Antes miles de feligreses atentos a su mensaje, indicó que también en los medios de comunicación tenemos que ayudar a que la gente para que entre al cristianismo.
«¿De qué nos sirve un medio de comunicación que solo dan mensajes por like, neutrales y que no tengan nada que ver con Jesucristo?».
“Al final nos dirá Jesús: muy bien porque quizo tener un ministerio y ser amigo de los medios de comunicación, pero muy mal porque no me ha anunciado a mí», aseguró Berzosa.
Dijo que tenemos la tendencia de hablar, hacer programas y emitir aquello que solo es políticamente correcto y que aparentemente va a gustar mucho a la gente, pero no se proclama a Jesucristo.
“Y si no proclamamos a Jesucristo y evangelizamos, solo nos quedamos a mitad de camino”, exhortó.
«Además de informar, formar y de entretener, sirven para relacionarnos con Dios, sirven también para rezar», expresó.
El Obispo misionero explicó que para ser un buen comunicador que evangeliza en el siglo XXI, dijo que «su vida sea comunicación”, y ya luego vendrá todo lo demás.
«Cristo siempre en el corazón, la cabeza pensando siempre que estamos de paso, que vamos a la vida eterna, las manos: una para cada día para recibir a Cristo en la eucaristía y la otra para abrazar y acariciar a los que tenemos a nuestro lado especialmente a los más necesitados», aclaró.
Dijo que un comunicador debe «tener los pies bien firmes, pero nunca embarrados siempre caminando; las orejas, una para escuchar a los de cerca y otra para escuchar a la voz católica, los ojitos uno cada día para leer el evangelio que vamos a proclamar en la iglesia y el otro para ver la realidad que tiene que ser iluminada por el evangelio».
«La nariz bien destapadita para olfatear dónde están los signos de los tiempos, dónde el Señor nos habla hoy y a dónde se le quiere ocultar para que no aparezca; y los pulmones para la adoración porque un comunicador tiene que orar», acotó.
Concluyó su homilía diciendo “¿Es fácil ser comunicador cristiano? ¡NO!”, Nunca lo ha sido y nunca lo será”.
“Seguiremos siendo buena noticia, seguiremos dando lo que hemos recibido, y si nos tiene que llamar a los comunicadoras payasos de Cristo, pues seremos los payasos de Cristo y a mucha honra”, instó.
Al culminar la eucaristía, el Reverendo Padre Kennedy Rodríguez impartió una charla titulada “La Paternidad de Dios con su pueblo”.
Inició su ponencia haciendo una oración y explicó que la paternidad de Dios es una invocación a Dios Padre.
«Dios es padre de todo y tiene muchos hijos, nosotros somos hermanos y por eso debemos tratar a los demás con cariño y amor», instó.
«La invocación de Dios como padre es conocida no solo en el mundo cristiano, sino también en otras denominaciones y religiones», manifestó ante un público atento que le escuchaba.
De inmediato, el Reverendo Padre dio lectura a citas que nos hablan como se refleja la paternidad de Dios padre con su pueblo.
Luego de la charla, el ministerio musical Osvaldo Baéz N’ Fe, N’ Victoria y Swing de Fe animaron la actividad a ritmo de merengue y bachata.
La actividad cerró con un momento de adoración, oración y sanación a cargo del diácono Frank Luna, acompañado del Reverendo Padre Kennedy Rodríguez, dejando a todos rebosantes de alegría y paz.
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