Por: Jomeini Vanderpool
Nacido en el siglo I en Cirine, Shahat, Libia, llamado originalmente Juan Marcos, hijo de Aristopolo y María. Se cree que su casa era la que servía de morada de las primeras reuniones cristianas durante las persecuciones.
Era primo de San Bernabe acompaño a este y a San Pablo en su primera misión a una zona donde era común los guerrilleros, asaltadores, donde según San Pablo: «había peligro de ladrones, peligro de asaltos en los caminos, peligro de asaltos en la soledad» (2 Cor.) Marcos atemorizado con esta situación se aparto y volviendo a su casa abandono a los misioneros.
En el segundo viaje Bernabé quiso llevárselo nuevamente pero San Pablo se opuso, diciendo que no ofrecía garantías de resistir los peligros y las dificultades del viaje. Esto hizo que los dos apóstoles se separaran y se fueran cada uno por su lado a misionar. Después volverá a ser otra vez muy amigo de San Pablo.
A pesar de esta situación San Marcos continuo en su labor como hombre de fe, llego a ser secretario y hombre de confianza de San Pablo. San Pedro llamo a Marcos en sus cartas como: «Hijo mío». Marcos escuchaba atentamente todos los sermones, los cuales narraban los hechos y palabras de Jesus, y a pedido de los cristianos de Roma escribió lo que acerca de Jesucristo había escuchado hablar y es lo que vemos en la biblia como el evangelio según San Marcos.
San Marcos nos enseña que nuestra primera experiencia puede salir de manera no esperada, si seguimos decididos en hacer la obra de Dios llegaran nuevas experiencias que pueden ser determinantes en nuestra labor en llevar la palabra de Dios. No porque tengamos miedo debemos detenernos, –No temas; basta que tengas fe– San Marcos.
Muchas veces en la vida la manera en que elegimos servir no resulta efectiva, tenemos que sentarnos analizar si esta es la manera que Dios quiere que lo hagamos o solo lo hacemos porque es como nos gusta a nosotros. San Marcos nos enseña que en muchas ocasiones lo correcto es sentarse a escuchar lo que nuestro señor Jesucristo nos enseña y mediante a esto haremos mas grandes y mejores cosas.
Fue nombrado obispo de Alejandría en Egipto, donde fue martirizado por sus enemigos un 25 de abril. Fue elegido patrono de Venecia (Italia) donde se construyo la catedral de San Marcos.
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