Hoy 24 de septiembre nuestro pueblo dominicano celebra el día de Nuestra Señora de las Mercedes. Cada año la Iglesia peregrina en la República Dominicana nos motiva y anima a vivir esta gran solemnidad de nuestra Patrona, la cual nos lleva a vivir un mundo de momentos y de contacto con la fe viva del pueblo cristiano, son muchas las actividades que se realizan, novenas, misas, procesiones, cánticos, peregrinaciones entre otros, que hacen inyectar en nuestras vidas una experiencia de fe, cultural y espiritual que reanima nuestra creencia de Dios Padre Misericordioso, a través de los lazos maternos de María en la advocación de las Mercedes.
Nuestra Señora de las Mercedes, es una de la advocación de la Virgen María, que nos mueve a la misericordia y compasión, ella como madre intercede por nosotros para librarnos de la esclavitud que vivimos en los tiempos de hoy, los vicios, dolencias y enfermedades provocadas por el mismo hombre. El Papa Francisco en su homilía en la Basílica Vaticana el miércoles, 1ro de enero de 2020 con motivo a la Solemnidad de la Madre de Dios dice: “La salvación para la humanidad vino del cuerpo de una mujer: de cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad.” En estas palabras expresadas por el Papa nos lleva a reflexionar sobre aquellas cosas que realizamos las cuales nos apartan de Dios y la humanidad. El pecado nos destruye, nos encierra y por ende no actuamos con libertad, por lo que debemos buscar cada día la manera de liberarnos de las cadenas que nos conducen por el mal camino, es aquí el momento de la participación de María como madre nuestra en la advocación de las Mercedes, ella suplica a Dios por nosotros y lucha para librar nuestro espíritu de todo pecado, de todo mal.
La República Dominicana posee un templo especial dedicado a la Patrona del Pueblo, Nuestra Señora de las Mercedes, el cual está ubicado en el Santo Cerro, Diócesis de la Vega. Este es el principal centro patronal en todo el país, lleno de historia y tradición, donde son miles de peregrinos que visitan día tras día este santo lugar. Sin embargo, en la Arquidiócesis de Santo Domingo también encontramos un templo patronal dedicado a esta advocación, este está ubicado en la calle las mercedes en la zona colonial. Es importante recordar que, en 1586, este templo quedó muy deteriorado tras el asalto del corsario inglés Francis Drake, aunque se restauró y continuó funcionando cuatro siglos más. Fue regido durante muchos años por la Orden de los Padres Mercedarios y, durante algún tiempo, fue residencia del dramaturgo Tirso de Molina, tiempo después pasó a manos de los Frailes Menores Capuchinos (Franciscanos). También, en este hermoso e importante templo podemos observar que tiene una nave abovedada y capillas laterales entre sus contrafuertes. Además, se puede observar un coro alto, un ábside octagonal y un altar mayor de estilo barroco. Sobre el presbiterio, destaca su bóveda con forma de concha estriada, es bueno visitar este lugar para apreciar su particularidad y estructura las cuales nos mueve a la santa devoción de la oración.
Según la historia, cada 24 de septiembre, celebramos con alegría la Solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes, declarada Patrona de la República Dominicana desde la Independencia Nacional en 1844, aunque la devoción se remonta casi al descubrimiento de la Isla, ya que en el 1615 es declarada Patrona de la Española, a raíz de un fuerte terremoto acaecido.
Por consiguiente, se concibe en la fe de la gente gran devoción y cercanía hacia la Madre de Dios, ya que ésta se conoce como una madre misericordiosa que rompe las cadenas de los cautivos y libera al pueblo de la esclavitud a través de su intercesión ante Dios trino y uno.
La devoción a ella está ligada a la Orden de La Merced que tiene por finalidad liberar a los cautivos. Por este motivo, en este día también recordamos a los internos en nuestras cárceles, rogando al Señor con su Madre, para que los libere de toda cadena interior, y puedan prepararse y renovarse como personas de bien cuando les toque integrarse a la sociedad.
Oramos por todos los servidores de la Pastoral Penitenciaria, para que el Señor los haga profetas del Reino dentro de la dolorosa realidad de nuestras cárceles.
Es un día patrio, ya que Ella es patrona de la República. Por eso, hoy es día de celebrar, de pedir por nuestra patria y de comprometernos en trabajar por un país mejor. Para llegar a esta meta Ella nos indicó el camino que es hacer lo que su Hijo nos dice en el Evangelio.
Encomendamos a nuestra Madre a todos los contagiados por esta pandemia y a todos y todas que arriesgan su vida en sus hogares, en clínicas y hospitales.
A menudo existe confusión entre quién es realmente la patrona de República Dominicana: La Virgen de las Mercedes o Nuestra Señora de la Altagracia.
Oficialmente, las Mercedes es nuestra patrona, mientras que la Altagracia es la protectora, empero, ambas son consideradas por el pueblo como patronas.
La iglesia nos enseña que la Altagracia y las Mercedes -y otros nombres de la Virgen- son la misma María, madre de Jesús, pero con advocaciones distintas. “En esta celebración la Virgen es venerada (hiperdulía), no adorada, pues la adoración sólo corresponde a Dios” cuyo título mariano se razona cercano a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios, aquel 10 de agosto de 1218, cuando gobernaba La Española Don Diego Gómez de Sandoval.
Su culto se celebraba en los aniversarios del mencionado terremoto, 8 de septiembre. En 1740, por Real Cédula, su festividad fue cambiada para el 24 de septiembre.
Con la Independencia nacional, en 1844, la Virgen de las Mercedes fue declarada Patrona de la República Dominicana. En el país, su santuario se encuentra en un pequeño cerro, el Santo Cerro, a cuyo pie se encontraba la antigua ciudad de La Concepción de La Vega (La Vega Vieja).
Además de ser la Patrona de la República Dominicana, la Virgen de las Mercedes es patrona espiritual de varias ciudades del país y que, por lo tanto, celebran sus fiestas patronales los días 24 de septiembre de cada año. Algunas de esas ciudades son Cabrera, Constanza, Hato Mayor, Imbert (Bajabonico), Pimentel y Sabana Grande de Palenque.
Llenos de alegría, junto a nuestra Madre liberadora de los cautivos, y liberadora de nuestras esclavitudes, pues las tenemos, celebremos con su Hijo esta acción de gracias al Padre que nos liberó de las cadenas de la muerte y del pecado.
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