Por Leonor Asilis
Cada semana suelo escribir entorno a nuestra fe; hoy el Espíritu Santo me impulsa a defenderla, no me refiero a la mía solamente, sino a la del pueblo dominicano.
Hace pocos días me sorprendió la noticia de que una vez más, la injerencia extranjera desde organismos internacionales en asuntos del Estado Dominicano se hace presente.
La presión constante e insistente de querer matar bebés desde el vientre de sus madres, que se pretende imponer en nuestro pueblo es evidente, ya el pueblo dominicano ha manifestado incontables veces que está a favor de la vida.
¿Quiénes son aquellos que quieren disminuir nuestra población? ¿Con qué fines? ¿Cuál es el destino que nos espera si cedemos a esas propuestas internacionales?
¿Es que acaso no existe Dios que ve cada acto que hacemos y que no hacemos por defender la vida que Él ha permitido que germine en el interior de nuestras mujeres?
¿Es que acaso República Dominicana no es independiente?
¿Es que la decisión de nuestros representantes en el Poder Legislativo no vale? ¿Cuantos años más vamos a esperar por nuestro nuevo Código Penal como lo queremos? Cómo manda nuestra conciencia en esta tierra bendecida por Dios por estar consagrada a Él desde sus inicios.
República Dominicana, Belén de América, la primada y la primera en la Fe. En nuestra tierra la cristiandad tuvo su primacía en el continente de la esperanza y donde siempre se ha respetado la vida desde su concepción hasta la muerte natural.
Es indudable que se está librando una lucha espiritual. ¿En cuál bando estaremos? ¿Vamos a perder en la recta final?
Unámonos en oración por esta causa. Dios bendiga a el movimiento 40 días por la vida que ora diariamente por esta intención desde el primer día de cuaresma frente al Congreso Nacional de forma presencial, mientras la inmensa mayoría lo hace desde sus casas. Sigamos en oración y ayuno.
¡Honorable Cámara de Diputados esperamos su aprobación, Excelentísimo Señor Presidente de la República Dominicana contamos con su promulgación! el pueblo dominicano espera el nuevo código penal tal como está, ya.
No te detengas, pueblo bendito, ampara la vida y ampara la Fe.
DIOS, PATRIA Y LIBERTAD.
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