noviembre 25, 2024 5:45 am
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La Confesión paso a paso – Diario Católico

by prensa.arzobispadosd@gmail.com

Por: Fleury Contreras Urbano (Mister Sincero)

Antes de iniciar con los pasos, quiero decirles que la confesión es uno de los sacramentos más bellos dentro de la iglesia católica, y es que por medio de este puedo reconciliarme conmigo mismo y a la vez con Dios, y no lo es todo, me limpia, me sana, soy libre, nueva criatura, todas mis penas se van, mis cargas son ligeras al instante de confesar mis pecados y reconocer que soy un pecador, que sin Dios no soy nada. Dicho esto aquí una breve descripción y los pasos para hacer una buena confesión.

El sacramento de la confesión se le conoce también como de la penitencia, de la reconciliación, del perdón o de la curación, es uno de los siete sacramentos de las Iglesias Católica.

En esta breve guía encontrarás una ayuda para prepararte a recibir con fruto el sacramento de la Reconciliación: incluye una explicación de los pasos para acercarse a la Confesión, unos exámenes de conciencia y textos para meditar en la grandeza del perdón que Dios nos quiere dar.

¿Por qué confesarse?

Explica el Papa Francisco que “el perdón de nuestros pecados no es algo que podamos darnos nosotros mismos. Yo no puedo decir: me perdono los pecados. El perdón se pide, se pide a otro, y en la Confesión pedimos el perdón a Jesús. El perdón no es fruto de nuestros esfuerzos, sino que es un regalo, es un don del Espíritu Santo”.

La Iglesia nos propone cuatro pasos para una buena confesión.

1) Examen de conciencia;

2) Contrición (o arrepentimiento), que incluye el propósito de no volver a pecar;

3) Confesión;

4) Satisfacción (o cumplir la penitencia).

Son cuatro pasos que damos para poder recibir el gran abrazo de amor que Dios nuestro Padre nos quiere dar con este sacramento: “Dios nos espera, como el padre de la parábola, extendidos los brazos, aunque no lo merezcamos. No importa nuestra deuda. Como en el caso de hijo pródigo, hace falta sólo que abramos el corazón”.

Explicamos a continuación estos cuatro pasos, que ayudarán para vivir en toda su grandeza este sacramento de la misericordia de Dios.

  1. Examen de conciencia

“¿Qué consejos le daría a un penitente para hacer una buena confesión? –Se pregunta Papa Francisco-. Que piense en la verdad de su vida frente a Dios, qué siente, qué piensa. Que sepa mirarse con sinceridad a sí mismo y a su pecado. Y que se sienta pecador, que se deje sorprender, asombrar por Dios”.

El examen de conciencia consiste en reflexionar sobre aquellas acciones, pensamientos o palabras, que nos hayan podido alejar de Dios, ofender a los demás o dañarnos interiormente.

Es el momento de ser sinceros con uno mismo y con Dios, sabiendo que Él no quiere que nuestros pecados pasados nos opriman, sino que desea liberarnos de ellos para poder vivir como buenos hijos suyos.

Ofrecemos algunas preguntas para ayudarte a reflexionar sobre qué puedes pedir perdón a Dios. Sirven solo como una orientación: lo más importante es entrar en el propio corazón y admitir las propias faltas. Si quieres, durante la confesión puedes pedir al sacerdote que te ayude proponiéndote otras cuestiones.

  1. Contrición y propósito de no volver a pecar

La contrición, o arrepentimiento, es un dolor del alma y un rechazo de nuestros pecados, que incluye la resolución de no volver a pecar. Es un don de Dios: por eso, si te parece que aún estás apegado al pecado –que, por ejemplo, no te ves con fuerzas de abandonar un vicio, perdonar a una persona o enmendar un daño causado–, pídele a Él que obre en tu corazón, para que rechaces el mal.

A veces, el arrepentimiento llega con un sentimiento intenso de dolor o vergüenza, que nos ayuda a enmendarnos. Sin embargo, no es indispensable sentir ese tipo de dolor: lo importante es comprender que hemos obrado mal, tener deseos de mejorar como cristianos y hacer el propósito de no volver a cometer esas faltas.

“La contrición –explica el Papa– es el pórtico del arrepentimiento, es esa senda privilegiada que lleva al corazón de Dios, que nos acoge y nos ofrece otra oportunidad, siempre que nos abramos a la verdad de la penitencia y nos dejemos transformar por su misericordia”.

Existen varias oraciones que sirven para manifestar la contrición, por ejemplo la siguiente:

Dios mío, me arrepiento de todo corazón de todos mis pecados y los aborrezco, porque al pecar, no solo merezco las penas que causan, sino que principalmente te ofendo a ti, sumo Bien y digno de amor por encima de todas las cosas. Por eso propongo firmemente, con ayuda de tu gracia, no pecar más en adelante y huir de toda ocasión de pecado. Amén.

  1. Confesar los pecados

La confesión consiste en la acusación de los pecados hecha delante del sacerdote.

“Confesarse con un sacerdote es un modo de poner mi vida en las manos y en el corazón de otro, que en ese momento actúa en nombre y por cuenta de Jesús. (…) Es importante que vaya al confesionario, que me ponga a mí mismo frente a un sacerdote que representa a Jesús, que me arrodille frente a la Madre Iglesia llamada a distribuir la misericordia de Dios. Hay una objetividad en este gesto, en arrodillarme frente al sacerdote, que en ese momento es el trámite de la gracia que me llega y me cura”.

Se suele decir que una buena confesión tiene “4 C”:

  1. Clara: señalar cuál fue la falta específica, sin añadir excusas.
  2. Concreta: decir el acto o pensamiento preciso, no usar frase genéricas.
  3. Concisa: evitar dar explicaciones o descripciones innecesarias.
  4. Completa: sin callar ningún pecado grave, venciendo la vergüenza.

La confesión es un sacramento, cuya celebración incluye ciertos gestos y palabras de parte del penitente y del sacerdote. A continuación te explicamos cómo se desarrolla, con un gráfico que puedes descargar aquí:

  1. Cumplir la penitencia

– La satisfacción consiste en el cumplimiento de ciertos actos de penitencia (unas oraciones, alguna mortificación, etc.), que el confesor indica al penitente para reparar el daño causado por el pecado.

– Es una ocasión también para dar gracias a Dios por el perdón recibido, y renovar el propósito de no volver a pecar.

– Espero que con estos pasos y esta explicación podamos llevar una buena confesión y por medio de ellq llegar al padre por medio del hijo.

Que Dios te siga bendiciendo grandemente.

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